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Mis compañeros no están, ni olvidados ni muertos...Fidel

Teniente Guillermo Domínguez López

Teniente Guillermo Domínguez López

Guillermo Pedro Pablo Domínguez López, nace el 30 de junio de 1932, en la casa No. 235, poblado Vista Alegre, en el poblado Delicias, Puerto Padre, hijo de Alfredo Domínguez y de Paula López Hernández.

Su padre era obrero de la construcción y se desempeñaba como albañil y la madre costurera para el sustento familiar, que incluía a los cinco hijos, de los cuales Guillermo era el más pequeño. En la Escuela Pública de la localidad realiza sus estudios primarios, en la que muestra actitudes y conocimientos que lo hacen destacarse en las actividades docentes, deportivas y de recreación, incentivándole a crear en su casa un área para practicar el boxeo.

Comienza sus estudios de la enseñanza media en el “Colegio Privado de Domech”. Desde su infancia fue muy responsable, destacándose como activista las organizaciones escolares de su tiempo.

Quedó huérfano a los 11 años de edad, por lo que tuvo que abandonar los estudios para contribuir con su trabajo de limpiador de moldes en la Dulcería de la localidad al sustento de la casa, por lo cual percibía $ 1.50 semanal. Luego se desempeña como jornalero suplente recibiendo un salario de $ 1.65 diario, para lo cual tenía que laborar más de ocho horas.

Ya durante este período observaba la explotación a que estaban sometidos los trabajadores del Central Delicias, perteneciente a la “THE CUBAN AMERICAN SUGAR MILLS CO”.

Juventud 

Era delgado, de pelo castaño claro y alto. Mantuvo un acercamiento a la superación cultural, por lo parte de su salario lo invertía en estudios de las escuelas particulares, obteniendo el título de bachiller. Se superó también en idioma inglés, mecanografía y música, con preferencia hacia el violín, y se ejercitó en la fotográfica, lo que le permitió potenciar su formación y ayudar más a la familia.

Tenía gran aprecio por los niños y jóvenes; se ocupaba, preocupaba por ellos y los incentivaba a dedicar el mayor tiempo al estudio. Contribuía con rótulos relacionados con el tránsito en áreas cercanas a la escuela para evitar accidentes. Entre los deportes que practicada, tenía predilección por la pesca, Fue asiduo lector de las obras martianas, que le permitieron fortalecer ampliar y comprender claramente la situación, en que se encontraba su país. Guillermo Domínguez ingresa en la juventud ortodoxa en el año 1952, manteniendo una participación activa en la misma. Organizó y dirigió acciones para fortalecer la lucha contra el gobierno de turno, recaudó fondos, apoyó huelgas y realizó denuncias por la maléfica utilización de los fondos públicos.

Con la implantación de la tiranía de Fulgencio Batista a partir del golpe de estado del 10 de marzo de 1952, Guillermo Domínguez fortaleció su lucha antigubernamental y inicia relaciones con un grupo de personas con intereses comunes a los de el para realizar acciones a favor del derrocamiento del dictador y su gobierno.

En enero de 1953 al cumplirse el Centenario del natalicio de José Martí, un Capitán del Ejército Rural le pide a Guillermo que organizara el desfile de Logia y Colegios ante el busto del Apóstol Nacional en Puerto Padre, con lo que estuvo de acuerdo, pero para evitar que los integrantes del ejército desfilaran y aprovechando sus dotes de artista plástico pintó a un Martí de un metro de alto con lágrimas en los ojos, una bandera cubana con un crespón negro y un rótulo que decía: “Martí llora, porque ve su Patria mancillada por un traidor. Vale más morir de pié que vivir de rodillas”. El cartel fue situado en el parque el 27 de enero de 1953 y el ejército interesado por detener al autor, no pudo desfilar.

En el M-26-7

Al producirse el 26 de julio de 1953 el asalto al cuartel Moncada, se incrementa el júbilo de los pobladores donde reside Guillermo por el derrocamiento de la dictadura, que se fortalece a partir de que se reciben en el territorio varios ejemplares del alegato de autodefensa de Fidel Castro, líder de esa acción, que se conoce como "La historia me absolverá”.

A partir de esa fecha el movimiento revolucionario adopta el nombre M-26-7, que se encargaría de unir las fuerzas para la lucha definitiva, por lo que se organizan en células y en el caso de en la que Guillermo perteneció se crea en el segundo trimestre de 1955, en el cuarto No. 9 de la cuartería aledaña al cuartel de la Guardia Rural, aproximadamente entre las 8.00 PM y las 10.10 PM en la que es nombrado Coordinador y Jefe de Acción.

Esta célula del M-26-7 inicia sus acciones clandestinas mediante la recaudación de fondos, venta de bonos, acopio de medicinas y alimentos. El estudio fotográfico que pertenecía a Guillermo Domínguez; era el lugar de reuniones de esta organización, donde se orientaba las acciones a realizar, fundamentalmente la relacionada con la unificación de las otras células del municipio.

Los integrantes de la célula realizaban las prácticas de tiro con un fusil Winchester que había adquirido Guillermo Domínguez en el lugar nombrado “Sal si puedes”.

Guillermo Domínguez junto a Benigno Cariacedo, incendiaron la Estación Ferroviaria. Y en compañía de otros integrantes quemaron cañaverales y un puente en Santa María, realizaron apagones, depositaron puntillas en las carreteras y llevaron a cabo mítines para apoyar el proceso revolucionario en lugares públicos tales como el Cine “Uva Sabugo”.

Guillermo, además organizó protestas contra la patronal y el sindicato Amarillo, a quienes acusaba de no ayudar a los obreros del sector azucarera y se manifestó contra los rompe huelgas y los colonos cañeros. En apoyo al desembarco del yate Granma, se organiza en Victoria de Las Tunas una reunión, en casa de los Artega, para precisar detalles acerca del plan a seguir en la que participó Guillermo Domínguez.

Entre las actividades que debía ejecutar el movimiento estaba la toma del “Polvorín de la Cadena” de Santo Domingo, quemar cañaverales y acuartelarse en varios sitios del Batey del Central, el cual debería realizarse el 29 de noviembre de 1956, pero por el déficit de armas la dirección de los revolucionarios en Tunas decide suspender el asalto. Guillermo Domínguez arriba a Delicias con la contraorden, pero no llega a tiempo y el mismo 29 de noviembre de 1956 se produce el Asalto al Polvorín, el cual se inscribe en la historia del municipio como uno de los más relevantes hechos de la gesta revolucionaria.

Después de estas acciones Guillermo Domínguez, es perseguido constantemente por lo que tiene que trasladarse a Santiago de Cuba donde se encuentra con Frank País, y este decide que se incorpore al ejército rebelde en la Sierra Maestra.

En la Sierra Maestra

El 16 de marzo de 1957, llega a la Sierra Maestra como parte de los refuerzos a las montañas, este grupo estaba compuesto por unos 50 hombres mal armados, es dirigido por Guillermo Domínguez, que tenía el grado de Teniente. En horas de la noche del día 24 de marzo de 1957 se produce el primer encuentro con Fidel que con alrededor de doce compañeros había venido desde la zona de conocida por Caracas, dándole la orden a la nueva tropa de marchar durante un tiempo para que se aclimataran a los rigores de la vida en las montañas.

Entre marzo y abril de 1957 fueron reestructurándose y aprendiendo los avatares de la lucha en esos parajes. Los primeros 15 días del mes de mayo se dedicaron a la marcha continua por esas zonas.

El día 17 de mayo de 1957 en la Loma de Nuevo Mundo, cerca de Pino del Agua, cae el primer teniente de la Columna No. 1 Guillermo Domínguez López.

El Che Guevara en su libro “Pasajes de la guerra revolucionaria” describe este suceso de la forma siguiente: “…oímos de pronto disparos en dirección de nuestra marcha, lo que nos preocupó porque uno de nuestros compañeros se había adelantado para llegar cuanto antes al campamento; era Guillermo Domínguez, teniente de nuestra tropa y uno de los que había llegado con el refuerzo de Santiago. Nos separamos para cualquier contingencia mientras mandábamos nuestra exploración. Después de un tiempo prudencial aparecieron los exploradores y venía con ellos un compañero llamado Fiallo… nos explicó que había un muerto en el camino y que había tenido un encuentro con los guardias… Avanzamos con muchas precauciones encontrándonos un cadáver al que me tocó reconocer.

Era Guillermo Domínguez; estaba desnudo de la cintura para arriba y presentaba un orificio de bala en el codo izquierdo, un bayonetazo en la zona supramamilar izquierda y la cabeza literalmente destrozada por el disparo, al parecer, de su propia escopeta.

Después del triunfo de la Revolución la dirección del Movimiento en Delicias encargó a Raúl Castro Mercader, Esteban Hernández y otros revolucionarios el traslado de los restos de Guillermo Domínguez hacia el municipio Puerto Padre en agosto de 1961.

Las honras fúnebres se efectuaron el la Logia de los Masones de la localidad, donde familiares, combatientes y pueblo en general le rindieron póstumo homenaje.

 

 

1 comentario

Geonel Rodriguez Gattorno -

La madre de Geonel fue Sergia Cordoví Cordoví y su padre Mariano Rodríguez¡¡¡¡
Saludos de sobrino de Geonel